- Reportaje recopilado de la sección de las Asociaciones del Anuario de la Federación Criadores de Caballos Raza Chilena de 2015.

La casualidad, el destino, quién sabe, fueron parte de la llegada de Ismael Carreño al mundo de la crianza. Esto, porque a su trabajo llegó un potro del cual todos decían era muy bueno, y él se animó a ponerle una yegua para dar comienzo al Criadero Pilastras de Alcones, y en su corta experiencia como criador ya suma un par de reconocimientos a nivel nacional gracias al buen tipo de sus ejemplares.

"A la empresa donde trabajo llegó el Ñilque Talanero, que falleció. Todos decían que había que aprovechar de sacarle crías de ese potro, porque era muy buena sangre y por ahí compré una yegüita, la Tronador No Me Olvides, para sacarle un par de crías y ahí nació una yegua, La Geisha, la madre de El Pitiao, que es el que me ha dado los triunfos que tuve en Marchigüe en la Expo Gama y el tercer lugar de la categoría en la Expo Nacional", cuenta don Ismael.

Dice que cuando empezó, "no sabía nada de caballos y que además, es malo para leer y que por ello su aprendizaje ha sido ahí en las patas de los caballos, con harta conversación.

"Con los amigos y con los criadores de Cardenal Caro uno va aprendiendo, y así fue como llegó uno con el Santa Carmen de Machalí Talentoso, hijo del Santa Isabel Galanteo y padre de El Pitio, y es por eso que el potrillo tiene Taco por ambas partes", cuenta.

Eso sí, pese a ser prácticamente un novato, don Ismael dice que la crianza de caballos chilenos se ha convertido en una pasión y en parte importante de su vida. "En la mañana lo primero que hago es ir a ver los caballos. Llego a la hora de almuerzo a sacarlos de las pesebreras, y en la tarde todavía no llego a la casa del trabajo y ya estoy pensando en los caballos, en que tengo que ir a verlos", cuenta motivado.

Carreño comenta también las bondades de El Pitiao, tercero en la Expo Nacional en la Quinta Categoría: "Tiene un poquito más de tres años (actualmente tiene nueve años), y ya le puse un par de yeguas para ir viendo si da algo bueno, para ir probándolo también medialuna para que corra mi hijo. Yo ni siquiera ando a caballo", contó.

El criador de Marchigüe dice que los premios logrados superaron totalmente sus expectativas antes de ir a exponer.

"Es una satisfacción muy grande, es una emoción. Sientes como que no estás pisando el suelo, y uno piensa en lo que hay detrás, pero nunca se imagina que iba a llegar a esto", comenta.

"Cuando empecé con un par de caballos veía que todos llegaban a la exposición y yo decía 'algún día llegaré con un caballito' y se me dio la suerte gracias a Dios. Llegar con este potrillo de un año y salir primero en su categoría es gratificante. El segundo año también salió primero en la categoría y ganó la categoría potrillo, y el tercer año se ganó todo", cuenta satisfecho.

"Este año (2015) en Osorno, en la Expo Nacional, la sufrí toda porque lo veía muy difícil, nunca me imaginé que otra vez iba a sacar un tercer lugar, porque ahí llegan los criaderos más grandes y estar metido ahí, es una gran satisfacción y sacar un tercer lugar a nivel nacional yo creo que es bastante bueno", añade.

N. de la R.: En años posteriores a esta nota, el Criadero Pilastras de Alcones obtuvo variados premios gracias a Chico Malo, producto que destacó en la Expo Nacional de 2020 y 2019.