Discurso de César Núñez en funeral de José María Hurtado Ruiz-Tagle

Juanita… su inseparable esposa

Sus hijos Juanita, Sole y José María

Familia y amigos

En nombre de la Federación Criadores de Caballos Raza Chilena me corresponde en mi calidad de Secretario General de la institución la misión de despedir a uno de los nuestros: José María Hurtado Ruiz-Tagle, Cote para nosotros.

De gran ancestro huaso, al igual que su padre don Fernando Hurtado Echeñique y toda su familia, quienes han hecho su vida en torno al caballo y su forma de vivir de acuerdo a lo que el campo nos regala.  Ahí, junto al estribo de su progenitor se hizo huaso noble junto a toda su familia y abrazó de manera natural las enseñanzas y gusto por el caballo, el rodeo y especialmente por las tradiciones a las que vivió apegado, en uno de los criaderos más antiguos del caballo chileno: Los Maquis, de la comunidad Hurtado Echeñique, que fuera fundado por abuelo don José María Hurtado Larraín.

Fue Director de la Federación del Rodeo y de Criadores.

El Cote fue un prohombre en todo aspecto; recto en su actuar, cariñoso con sus amigos y muy exigente a la hora de emprender una labor que dijera relación con la dirigencia. Ex Presidente y socio del Club de Rodeo de Santa Cruz, donde al igual que en todas sus actuaciones dejó su legado de rectitud y valores, una huella importante que los nuevos dirigentes que lo conocimos y respetamos lo tenemos muy presente.

Como olvidar su trato amable y cariñoso con todas las personas que trabajaban junto a él en el Criadero Los Maquis.

Tengo grabados dos hechos:

-         El primer píe de cueca que se bailaba en la Cena del rodeo de Palmilla anunciado por Los Puntillanos: "Esta cueca es para la Señora Juanita con don Cote Hurtado".

-         El segundo dice relación con una crítica que me hizo cuando participaba en el rodeo de Palmilla, invitado por él, respecto a que yo no gritaba cuando arreaba el novillo, y me dijo "Hay que gritar porque el rodeo es alegría".

Cote, esposo, padre, amigo, huaso y criador, deja sus enseñanzas y forma de vida acampada plasmada en su tierra Palmilla, Santa Cruz. Esta es su partida física, puesto que el alma de un criador se eterniza en su manada, más aún cuando aquella obra la construyó con valores y cariño de Chileno.

Cote, gracias por todo lo que nos diste, descansa en paz...