Por Arturo Montory G.

Sin duda los últimos acontecimientos nos han hecho reflexionar en muchos aspectos de nuestra vida cercana al rodeo y al caballo chileno y no dudo que saldremos fortalecidos de ello, porque ya se ve como surgen ideas conocidas y dormidas que ahora tendrán que transformarse en realidad. Darle más usos deportivos al caballo, además del rodeo, es la primera prioridad surgida en el seno de nuestro mundo, nada nuevo, pero ahora perentorio.

Nos transformamos con el tiempo en uni-deportivos, sólo rodeo y es necesario superarlo y agregar nuevas disciplinas. Jinetes y caballos tenemos suficientes para saltar esta valla a la que solo falta un “empujón” final.

Como primera idea central me referiré al ranking que usamos normalmente para evaluar nuestros caballares.

Sólo en base al rodeo, no existe ningún ranking sobre Caballos de Exposiciones, de Silla de Montar, de Movimiento a la Rienda, o sea, sólo catalogamos de bueno al que “ataja”, y con ello a sus ascendientes y descendientes, así de simple y muy básico.   A ello debemos agregar que ahora son Escalas de Honor, solo eso, y basadas exclusivamente en la Final Nacional y reducido más aún al 4° animal, como resultado que los jinetes ganadores son los Mejores Deportistas, el propietario de esos caballos los Mejores Criadores, esos caballos los Primeros del Ranking, en fin.

Antiguamente existieron Comisiones de expertos que calificaban cada situación en particular, tomando como base toda la temporada de corrales.

En otras palabras, los caballos que entran al tercer y cuarto animal de la final del rodeo en Rancagua, son los únicos merecedores a méritos el resto pasa desapercibido, sin considerar otras condiciones raciales que atajar.

Al surgir nuevos deportes será posible evaluar otras condiciones: de rienda, mansedumbre, resistencia, morfología, andares como caballo de silla que es, un análisis completo de ello nos entregara la verdadera calidad de su herencia futura, quizás ahí surgirán nuevos padrillos y madres antes no considerados, y no me cabe duda nuestros parámetros de medición de eficiencia y calidad serán distintos, un caballo y una raza se debe medir completa, porque la nuestra tiene como condición básica ser un caballo de silla y vaquero, para ello debe ser morfológicamente adecuado, manso y dócil, de gran rienda, aguantador en la marcha y cómodo,  trote suave y acompasado y galope tranquilo y controlado, y al final de este camino ser un buen corralero.

Por experiencia creo que para que tengan éxito Nuevas Pruebas, éstas deben estar insertas en la rutina mundial, por ello debemos adoptar pruebas ya existentes afuera de nuestras fronteras, porque el gran aliciente primero y final de los competidores es participar en competencias internacionales, representando al país, máxima expresión competitiva y de superación.

Ejemplo viviente de ello es la participación en Reining o Rienda Internacional de ejemplares de caballos chilenos que han triunfado en el extranjero llevando muy en alto el nombre de Chile.

¿Cuáles pruebas adoptar? será necesario hacer estudios al respecto, someterlos a evaluaciones y al final de común y general acuerdo echarlas a andar.

Con la facilidad de las comunicaciones actuales es muy fácil conocerlas, verlas en videos y conocer sus reglamentos.

Creceremos como criadores, como jinetes, como mundo ecuestre chileno en esta nueva etapa.