Otro de los directores que expresó a Caballoyrodeo.cl su pesar por la renuncia de Agustín Edwards a la presidencia de la Federación de Criadores de Caballos Chilenos, fue Luis Valentín Ferrada, quien lo lamentó, pero calificó dicha acción como un gesto que lo retrata muy positivamente.

"La renuncia de don Agustín  a la presidencia de nuestra  Federación –que todos los criadores y amigos del Caballo Chileno lamentamos sinceramente- debe ser apreciada, por sobre todo, como uno más de sus incontables gestos de nobleza y generosidad, gracias a los cuales el Caballo Chileno ha alcanzado, en los últimos años, el alto sitial de importancia que le es reconocido, ahora, en todos los sectores de nuestro país".

"Importancia que con el correr del tiempo, gracias a la labor desarrollada por el Directorio que presidió don Agustín , se extendió ampliamente desde el reconocimiento del Caballo Chileno como joya del patrimonio de nuestra nacionalidad, hasta la revalorización de todo el mundo cultural constituido por las expresiones más genuinas de la Chilenidad: la noble figura del Huaso, sus valores, costumbres, tradiciones; la música tradicional campesina, su poesía, su filosofía de vida, sus expresiones artísticas, en fin, todo aquello que conforma el alma del pueblo chileno más auténtico", enfatizó.

Aludiendo a lo realizado durante el período que encabezó Agustín Edwards, indicó: "Al repasar la obra realizada bajo la dirección de don Agustín Edwards, desde el día en que asumió la misión de rescatar y colocar nuestros valores nacionales en la cumbre más alta del conocimiento y del corazón de todos los chilenos, a través de múltiples iniciativas como la Semana de la Chilenidad, el Museo de la Chilenidad, la Fundación Huasos Quincheros o Los Grillitos de Graneros y muchas otras encaminadas al objetivo de conservar y resaltar los grandes valores culturales propiamente chilenos, podrán todos apreciar la inapreciable trascendencia de sus aportes y la enorme capacidad visionaria que guió sus pasos".

"Pienso, sinceramente, que nunca antes el valor y orgullo de la chilenidad estuvieron tan altos, como ahora, en la mentalidad de miles de personas a lo largo del país y pienso que, muy pocas veces antes en nuestra historia, una tarea tan significativa encontró una persona que la sirviera con mayor entusiasmo, orgullo, energía y capacidad creadora", acotó respecto del ex timonel de la institución.

Asimismo, hizo hincapié en lo siguiente: "Una de las grandes virtudes de don Agustín consiste en saber y enseñar a trabajar en equipo a todos quienes le acompañaron en sus diferentes emprendimientos de bien público. Prudente, permanente armonizador de diferentes visiones, aprovechando en cada caso lo mejor de cada uno, don Agustín conformó en la Federación un auténtico equipo de trabajo bajo cuya dirección, cada uno de los integrantes pudo emplear en este tiempo sus mejores condiciones según fuera la clase de misión encomendada especialmente".

"Gracias a ese equipo, la Federación se fortaleció internamente bajo un concepto de unidad tras objetivos comunes. Sobre esta base don Agustín aseguró de una parte el éxito de los distintos proyectos de la Federación y, a un tiempo, aseguró su continuidad en el tiempo, permitiendo que la tarea trascienda más allá de las personas sin aquellos terribles quiebres o sobresaltos que generalmente afectan tan gravemente la permanencia de las instituciones llamadas a servir propósitos que, naturalmente, son de largo plazo", aseveró Ferrada.

"Para decirlo en términos huasos, la Federación se organizó, bajo el mando de don Agustín, de modo que no fuera de aquellas que tienen partida de caballos de carrera y llegada de burros. Son miles las instituciones chilenas que existen con gran brillo durante un cierto tiempo, al cabo del cual desaparecen dejando todos sus propósitos a media o en nada", destacó.

A la vez, puso el acento en la continuidad de la obra emprendida por quien hasta este lunes  guió los destinos de la Federación.

"Aquí debe suceder exactamente lo contrario: la Federación, como sus tareas mismas, debe continuar trabajando con los mismos altos fines, con el mismo empeño y esfuerzo, aún cuando las mejores personas que le han dado vida deban dar un paso al lado. Nosotros somos conscientes que trabajamos para las generaciones venideras. Trabajamos para nuestros hijos, nietos, descendientes. Y si nosotros debemos por ley de la vida ir pasando, lo que es inevitable, las instituciones con su unidad y fuerza deben ser el engranaje histórico que aprovechando los avances de una generación deja en manos de la siguiente la herencia moral que interesa transmitir".

"Por esto, a pesar que don Agustín no pueda en el futuro ser formalmente el presidente, siempre lo será con su consejo, con sus enseñanzas, sus recuerdos y sus lecciones. Y así pasará también con cada uno de nosotros. Y vendrán otros más jóvenes que nos sucederán y seguirán siempre por la misma senda, el mismo camino. Porque así son las verdaderas tradiciones, que pasan de unos a otros, como una gran bandera en la posta de la vida", recalcó.

La continuidad en el mando

También se refirió a quien le corresponderá seguir al frente de la institución, que según decisión del Directorio, es Luis Iván Muñoz. 

"Consecuente con la respuesta anterior, yo he apoyado la designación como presidente de Luis Iván Muñoz, porque él representa  precisamente la continuidad que necesitamos darle ahora a los muchos trabajos pendientes de la Federación, que no pueden detenerse ni quedar sin concluirse exitosamente. He sido de la idea, como lo manifesté en el Directorio, de que el propio nuevo presidente eligiera el equipo con el cual quiere conformar su mesa, porque sobre ellos recae la responsabilidad principal".

"Me alegró mucho también de la incorporación de un valor joven de enorme importancia como lo es Javier Crasemann, porque esta continuidad también requiere como un elemento principal el que se vayan incorporando las nuevas generaciones, para hacer con tiempo la posta en las responsabilidades que se vienen por delante", cerró finalmente.