Declaración pública de Luis Valentín Ferrada

La siguiente es una declaración pública de Luis Valentín Ferrada sobre su candidatura a la reelección al directorio de la Federación de Criadores de Caballos Chilenos.

CONSTRUIR SOBRE LA VERDAD NOS PERMITIRÁ  TENER SIEMPRE  UN EDIFICIO SOLIDO, DE GRAN ALTURA , EN EL CUAL TODOS UNIDOS PODAMOS ENTREGAR LO MEJOR DE NOSOTRO PARA LA GRANDEZA DE NUESTRAS TRADICIONES  Y DEL CABALLO CHILENO QUE ES SU BANDERA MAYOR.

Como testimonio de mi sincero respeto y afecto por todos los criadores de caballos chilenos, de sus dirigentes y cultores,  pienso que debe existir una  completa claridad acerca de los antecedentes que me movieron, en su momento, a declinar mi candidatura a Director de la Federación por un nuevo período, y sobre los hechos posteriores a dicha decisión personal de la cual soy el único responsable. Razón por la cual asumo como obligación moral declarar lo siguiente:

1.     No ha existido ninguna reunión de Directorio, ni  de parte de algunos Directores, en la cual nuestro Presidente, ni ninguno de sus miembros, hayan intervenido en mi primera decisión de renunciar,  como tampoco intercediendo para que yo retirase esa renuncia. Esto, por la razón esencial de que existiendo muchas otras postulaciones para el mismo cargo, de personas muy apreciadas a las que se debe el mayor respeto, no puede el Directorio ni las actuales autoridades de la Federación intervenir, directa o indirectamente, en una decisión que únicamente corresponde, libremente, al Consejo Superior de Presidentes de las Asociaciones regionales.

La única intervención que ha cabido al Directorio en todo esto, ha consistido en oír las razones que expuse en su seno, en nuestra última sesión ordinaria, para adoptar aquella decisión de renunciar a la que creí sentirme obligado por las circunstancias.

2.     En síntesis, lo que motivó mi decisión de dar un paso al lado fue lo siguiente:

- Yo ocupo el actual cargo de Director por el honroso patrocinio que el año 2011 me brindó la Asociación de Llanquihue, Chiloé y Palena  y, muy especialmente,  mi querido amigo don Jorge Cañas, a quien aprecio enormemente por sus reconocidas virtudes de caballerosidad, gran dirigente y gran criador.

- Para la presente elección, la misma Asociación y su Presidente volvieron a concederme tan honrosa distinción, en unión a la Asociación de Linares, que es aquella en la que participo más directamente.

- Sin embargo, al cierre de las inscripciones de candidatos al Directorio, pude conocer que quien patrocinaba mi candidatura también había decidido muy legítimamente hacerlo, situación experimentada por una involuntaria falta de información que, posteriormente, me ha sido suficientemente bien explicada, y que yo he aceptado completamente, principalmente porque ella proviene de personas a quienes me unen los sentimientos de más profunda y sincera amistad.

- Empero, en su momento juzgué que, frente a la situación  experimentada, y para evitar toda clase de confusiones y, por sobre todo, de posibles desuniones que son siempre tan fatales para las grandes instituciones como la nuestra, lo mejor consistía en que, con verdadero desinterés personal, diese yo un paso al lado.

- La anterior es toda y la única verdad. De la cual soy y me hago personalmente responsable.

3.     No obstante lo dicho, en el día de ayer he comunicado a nuestro Presidente, a mis compañeros de Directorio y  a todos los Presidentes de Asociaciones y amigos que han tenido la enorme gentileza de llamarme -expresándome conceptos muy generosos que agradezco del modo más sentido- que he decidido someterme en todo  a lo que libremente acuerde el Consejo de Presidentes de Asociaciones en nuestro próximo Consultivo.

Es decir, me atendré en todo a la voluntad de quienes son los únicos llamados a decidir acerca de quienes deben ser sus dirigentes para el próximo periodo. 

Si los Presidentes consideran que debo continuar participando en el Directorio, lo aceptaré como el mayor honor y responsabilidad. Si así no sucede, continuaré de igual manera trabajando para el mayor engrandecimiento de nuestras tradiciones chilenas, dentro de las cuales nuestro caballo se ha alzado como su más auténtica bandera.

4.     Deseo advertir también que, muy felizmente, todos los candidatos que postulan al Directorio son personas de la más alta distinción y capacidad, dignas del mayor respeto y consideración, lo cual asegura un gran porvenir para nuestra querida institución que es, al fin, lo único que de verdad debe importarnos por sobre toda cuestión personal.